La rana que defiende su vida con veneno lechoso

La rana lechera (Trachycephalus vermiculatus) es la rana arborícola más grande de la Península de Yucatán, alcanzando tamaños que oscilan entre 7 y 12 cm. Su cuerpo robusto y sus patas adaptadas para trepar le permiten habitar con facilidad árboles y vegetación elevada, donde pasa gran parte de su vida evitando depredadores y buscando alimento. Su dieta se compone principalmente de insectos, aunque también puede consumir otros pequeños invertebrados que encuentre en su entorno.

Una de sus características más distintivas son sus glándulas dérmicas, que producen una secreción pegajosa, tóxica y de aspecto lechoso, de donde proviene su nombre común. Esta secreción cumple varias funciones esenciales: actúa como mecanismo de defensa frente a depredadores, como serpientes y aves, disuadiéndolos de ingerirla, y además ayuda a prevenir la deshidratación durante la temporada seca, conservando humedad en su piel.

En relación con los humanos, la secreción de la rana lechera es inofensiva, aunque puede causar irritación si entra en contacto con heridas abiertas o los ojos, por lo que se recomienda manipularla con cuidado o, preferiblemente, no tocarla directamente.

Esta especie es un ejemplo de las adaptaciones de las ranas arborícolas a ambientes tropicales, mostrando cómo combinan defensas químicas, hábitos arbóreos y alimentación especializada para sobrevivir en los ecosistemas de la Península de Yucatán.


   Fuentes

Lee, J. C. (1996). The Amphibians and Reptiles of the Yucatán Peninsula. United States of America: Cornell University Press.

Lee, J. C. (2000). A field guide to the amphibians and reptiles of the Maya world: the lowlands of Mexico, Northern Guatemala, and Belize. United States of America: Cornell University Press.

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