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Las 8 características de los seres vivos y los 4 pilares de la Biología

BIOCLASE.

¿Te has preguntado qué hace que algo esté vivo y no sea solo una cosa más, como una piedra o una silla? Bueno, la ciencia tiene una respuesta bastante clara: si cumple con ciertas características, se considera un organismo.

Un organismo es cualquier ser vivo, desde una bacteria súper chiquita hasta un árbol enorme, un pez, tu perro o tú mismo. Todos los organismos, sin importar qué tan distintos se vean, tienen 8 cosas en común que los hacen estar vivos. Si algo no cumple con esas 8 reglas... pues sorry, no está vivo.


En esta guía te explico las características de los seres vivos, de forma simple, sin palabras raras ni rollos complicados.



1. Todo ser vivo tiene una o más células con ADN
Las células son como los bloquecitos que forman a los seres vivos, y el ADN es como su manual de instrucciones. Está en todas las células y dice cómo deben funcionar.

2. No son un desastre por dentro, mantienen un orden
Aunque todo en el universo tiende al caos, los seres vivos se la pasan arreglándose, reparándose y manteniéndose en orden usando energía.

3. Se cuidan solos, se autorregulan
Tu cuerpo no se deja morir. Si hace frío, tiembla para calentarse. Si hace calor, sudas. Los seres vivos tienen formas de mantenerse estables, homeostasis, aunque el clima o el ambiente estén locos.

4. Reaccionan al mundo, responden a señales del entorno
Si le gritas a una piedra, se queda igual. Pero si le gritas a un perro o a tu amigo, pegan un brinco. Los seres vivos sienten lo que pasa y reaccionan.

5. Necesitan energía
Las plantas agarran energía del sol, y luego llegan otros seres vivos (como nosotros) y se comen esa energía. En los organismos hay un constante paso de energía entre ellos y su entorno.

6. Crecen y cambian
Empiezas como una celulita y acabas siendo tú, con cerebro, piel, corazón, todo. Y no solo creces, también te desarrollas, como un juego que va desbloqueando niveles.

7. Se reproducen
Todos los seres vivos hacen más seres vivos. Así se mantienen las especies. Pasan su ADN a sus hijos y por eso las crías se parecen un poco a sus papás.

8. Cambian con el tiempo, evolucionan
Las especies no siempre fueron como las vemos hoy. Las aves, por ejemplo, son descendientes de un grupo de dinosaurios con plumas llamados terópodos. Con el paso de millones de años, estos dinosaurios fueron cambiando poco a poco: sus huesos se hicieron más ligeros, sus brazos se convirtieron en alas, y así terminaron convirtiéndose en las aves que conocemos hoy.

Por lo tanto, para entender la biología, debemos conocer cuatro pilares clave: la célula, la evolución, la genética y la homeostasis. Estos conceptos nos ayudan a comprender cómo funciona la vida.



Los 4 pilares fundamentales de la biología

1. Célula, la unidad básica de la vida

Todas las formas de vida están hechas de células, que pueden ser de dos tipos: procariotas y eucariotas. Las eucariotas, como las nuestras, tienen un núcleo bien definido donde guardan su ADN, mientras que las procariotas, como las bacterias, no tienen núcleo y su material genético flota libre en el citoplasma. Aun así, todas las células tienen una estructura básica: una membrana que las protege, citoplasma que las rellena y material genético con las instrucciones para funcionar.

2. Evolución, el cambio a través del tiempo

La evolución es el proceso por el cual las especies van cambiando con el tiempo, y uno de los factores clave en esto es la selección natural, que hace que los organismos mejor adaptados sobrevivan y tengan crías. Podemos ver pruebas de la evolución en fósiles y en las similitudes entre distintas especies. Al comparar sus huesos, cuerpos o incluso su ADN, los científicos pueden entender cómo han cambiado a lo largo de millones de años.

3. Genética, la ciencia de la herencia

La genética es la parte de la biología que estudia cómo se pasan las características de padres a hijos, a través de los genes, que están hechos de ADN. Estos genes son como instrucciones que dicen cómo va a ser cada ser vivo. Al observar los patrones de herencia, los científicos pueden entender cómo se transmiten ciertos rasgos, como el color de ojos o el tipo de sangre. El modelo más conocido es la herencia mendeliana, aunque también existen otros más complejos que explican cómo se heredan muchas otras características.

4. Homeostasis, el equilibrio de los sistemas vivos

La homeostasis es la capacidad que tienen los seres vivos para mantener su cuerpo en equilibrio, aunque afuera todo esté cambiando. Gracias a esto, pueden seguir funcionando bien. Lo logran con mecanismos de retroalimentación que ajustan lo que pasa dentro del cuerpo según lo que necesita. Por ejemplo, si tienes mucho calor, sudas para enfriarte; y si hace frío, tiemblas para generar calor. Este tipo de respuesta se llama retroalimentación negativa, porque el cuerpo detecta el cambio y actúa para volver a estar en equilibrio.

Estos cuatro pilares son esenciales para abordar el estudio de la vida. Nos ayudan a comprender cómo la vida se manifiesta y evoluciona en nuestro planeta. Por ejemplo, gracias a los pilares de la biología como la célula y la genética, podemos estudiar cosas increíbles como el desarrollo de un ser vivo desde una sola célula hasta un organismo completo. Esa área se llama biología del desarrollo.


Referencias

Curtis, H., Schnek, A., Barnes, S., y Massarini, A. (2008). Biología (7a ed.). Buenos Aires, Argentina: Editorial Médica Panamericana. 

Kratz, R. F. y Siegfried, D. R. (2011). Biology Essentials For Dummies. Indianapolis, Indiana: Wiley Publishing, Inc. 

Solomon, E. P., Berg, L. R., & Martin, D. W. (2013). Biología (9a ed.; Biology; García Hernández, AE; Villagómez Velázquez, H.; Romo Muñoz, JH & Campos Olguín, V., Trad.; p. 1263+ 56 apéndices). México: Cengage Learning Editores, SA de CV.

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